Jepira, la vida después de la muerte

Por Ema Zaurith Uraliyuu* – Servindi

La historia de los wayuu, está impregnada en la memoria de los ancianos y sabedores, aunque estos escritos son muchos y muy probablemente no alcancen las generaciones para escribirla o recordarla.

Los wayuu, habitan en la Guajira, un territorio de pocas oportunidades, donde el cultivo se hace difícil por la falta de agua, se vive con muchas necesidades en la que los wayúu les ha tocado sobrevivir y preservar su cultura. Cuentan con un sistema de creencias muy amplio donde hay muchos seres e historias de cada uno de ellos.

Para conocer esas historias visitamos al Putchipüt (palabrero), German Barliza, oriundo de la comunidad Cabo de la vela,  nos narró la historia de Jepirua, de quien toma el nombre Jepira. “Es una mujer wayuu que soñó, estar frente a un cerro del que sobresalía una pendiente de la que caía una gotera; cuando despertó fue al lugar que vio en su sueño, se asombró de hallar misteriosamente una fuente de agua, igual a la que había soñado. Desde entonces iba diariamente, en horas de la madrugada  a buscar el agua  para sobrevivir en esta tierra”.

Como las olas constantes del mar, que vuelven una y otra vez, así son los recuerdos del señor German, quien atendiendo la petición de sus pensamientos, mientras la brisa mueve el chinchorro, sus ganas de contar la historia se hace fuerte y nos sigue narrando.

“Esta señora tenía dos hijos que eran pescadores, después de tanto tiempo en incertidumbre, los jóvenes quisieron saber de dónde la madre sacó el agua, la siguieron a escondidas para saber dónde quedaba el manantial, la vieron bajar el cerro hasta la base, y la alcanzaron cuando estaba llenando su múcura. En el momento que ella volteó a ver quién la seguía, se da cuenta que eran sus hijos, el misterio que le mostró el manantial fue quizás, el mismo que la transformó en piedra. Allá en Lojou están las rocas que son testimonio de lo sucedido, de esta señora nace el nombre de Jepira”.

Desde entonces Jepira es donde se desarrolla la segunda vida de los muertos wayuu, durante un mes luego de ser enterrados se le prende leña desde el día del entierro que simboliza la luz que conducirá  sus almas a Jepira.

German Barliza, es la biblioteca viviente a quien jóvenes y adultos  consultan inquietudes o confusiones generadas por  el desconocimiento de la historia del ser wayuu. Durante los fines de semana acompaña  a las familias  a resolver conflictos generados en la comunidad.

Desde el pensamiento wayuu todo tiene un origen y una razón, estas se encuentran en las miles de historias que narran los ancianos con la esperanza de no muera con ellos y viva entre las siguientes generaciones.


*Ema Zaurith Uraliyuu pertenece a la Escuela de Comunicaciones del Pueblo Wayúu.

Foto:http://proyecto1x1.com/wp-content/uploads/2017/07/mg_6283.jpg

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