Exposición al plomo afecta cociente intelectual de menores achuar

Por Patricia Saavedra – Servindi

Niños y jóvenes de siete comunidades achuar, de la cuenca del río Corrientes, en Loreto, han visto afectadas sus capacidades intelectuales debido a la presencia de altas concentraciones de plomo en su sangre.

Este daño y otros riesgos para su salud fueron revelados en el estudio “Estimación de los puntos de cociente intelectual perdidos en niños indígenas debido a los niveles de plomo en sangre en la cuenca petrolera del río Corrientes, Perú”, el cual se basó en una muestra conformada por 74 individuos menores de 18 años de las comunidades Nueva Jerusalén, José Olaya, San José Nueva Esperanza, Pucacuro, Santa Elena, Palmeras y Villa Trompeteros. 

Dichas muestras se tomaron el año 2005 a insistencia de la Federación de Comunidades Nativas del río Corrientes (Feconaco) y la Defensoría del Pueblo.

El estudio tiene como autores a la antropóloga e historiadora Frederica Barclay y a José María Ordoñez, experto en salud pública y ambiental, y en toxicología. La investigación forma parte de los trabajos del Centro de Políticas Públicas y Derechos Humanos Perú Equidad.

Niños son más vulnerables

Estudios epidemiológicos coinciden en señalar que el plomo en el organismo humano es sumamente perjudicial, más aún en los niños, que son los que absorven la sustancia en mayores tasas. Esto hace que los impactos neurológicos puedan ser permanentes y se expresen a través de reducción de puntos de cociente intelectual (CI), pérdida de concentración con consecuencias en el rendimiento escolar, y alteraciones de conducta, advierte el estudio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede esperarse efectos sutiles de pérdida de puntos de cociente intelectual a partir de umbrales de contaminación en sangre muy bajos: 5 µg/dL; es decir, 5 microgramos por decilitro.

En ese sentido, el estudio centró su interés en el impacto al CI que tiene la presencia de plomo en menores de 18 años. Para esto se usó una metodología que ajusta la relación dosis-respuesta entre niveles de plomo en sangre y puntos de cociente intelectual. Luego amplía la muestra, a partir de algunos principios, al total de menores que se hallaban el 2005, año de la toma de muestras, en las citadas siete cuencas del Corrientes.

Se tuvo así que la pérdida media entre los 1 270 niños de 2 a 17 años que vivían en esas comunidades es de 4,5 puntos de CI por niño. “Se trata de un valor muy alto que requiere la mayor atención de parte del sector salud”, advierte el estudio.

No obstante, si se toma en cuenta a los menores de las siete comunidades se tiene que los niveles de plomo en sangre que se estima soportaban en el año 2005 provocaron una pérdida de puntos de CI que oscilaba entre los 3.907 y los 7.443, con una media de 5.675 puntos.

Décadas de contaminación

La contaminación por plomo no es algo reciente, es consecuencia de varias décadas de presencia petrolera en la zona. Como es sabido, la cuenca del río Corrientes, Pastaza y Tigre son zona de influencia de las actividades del lote petrolero 192, antes llamado 1AB. Las actividades en esta parte de la selva peruana se iniciaron en los años 70.

Hasta antes del 2006 los residuos tóxicos se arrojaban a vista de todos a lo ríos. Fue luego de una larga protesta que se optó por la reinyección de los elementos contaminantes al subsuelo. Al respecto, el estudio señala que actualmente aún se carece de medidas y voluntad suficientes capaces de enfrentar la magnitud del problema.

Recomendaciones 

“De la discusión de este caso resultan algunas líneas de acción que el sector salud debería asumir. El primer lugar se requiere que Ministerio de Salud actualice en sus protocolos y guías técnicas el nivel de referencia de riesgo de plomo para niños a 5 μg/dL, como ya lo emplea los CDC de Estados Unidos”, recomienda en primer lugar el estudio.

Esta apunte es importante ya que el Ministerio de Salud continúa empleando el valor guía de riesgo de 10 µg/dL.

En segundo lugar, ante la próxima realización de estudio comprometido por el gobierno mediante la firma de un acta el 10 de marzo de 2015, el estudio sostiene que el Estado peruano “debe comprometerse a llevar adelante un plan sostenido de vigilancia, crear capacidades a nivel central y descentralizado para atender las consecuencias de estos daños en la salud, y asegurar su financiamiento.”

En tercer lugar, a la luz del creciente conocimiento sobre el impacto en la salud de las actividades extractivas se hace necesario los Estudios de Impacto Ambiental incorporen de manera sistemática la exigencia de análisis del impacto en la salud de las actividades para su aprobación.

Finalmente los autores recomiendan que el Ministerio de Salud (MINSA) desarrolle estudios sobre la carga de la enfermedad (Environmental Burden of Disease) para que contando con evaluaciones del coste acumulado de la carga de la contaminación por metales pesados a nivel nacional y local se impulse la internalización de los costos de salud en los proyectos económicos, como debería ser.

Foto tomada de: https://cantovivo.files.wordpress.com/2007/08/foto-1-sa.jpg

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