Juan Ontiveros Ramos, líder comunitario y defensor ambiental, es asesinado días después que Isidro Baldenegro, también en la Sierra Tarahumara.
Desinformémonos / Servindi
Juan Ontiveros Ramos, indígena, activista y defensor de los derechos humanos de su comunidad fue encontrado muerto el miércoles 1 de febrero, después de que el día anterior sujetos encapuchados se lo llevaron con rumbo desconocido.
Mientras cientos de agentes estatales desplegaban un operativo de vigilancia sobre los manifestantes contra el gasolinazo, desconocidos levantaron a Juan Ontiveros Ramos, comisario de Policía de Choreachi, quien en días anteriores estuvo en la ciudad de Chihuahua para reunirse con otros representantes indígenas de esa misma comunidad y de Coloradas de la Virgen, así como con autoridades de la Unidad de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación y de la Fiscalía General del Estado, para denunciar la situación de su tierra y de su gente.
Apenas han pasado 15 días del asesinato en ese mismo municipio de otro líder indígena de Coloradas de la Virgen, Isidro Baldenegro López, premio Goldman 2005, cuando sucede otro crimen más, confirmó la organización Alianza Sierra Madre.
Juan Ontiveros, de 32 años, iba en un vehículo con su hermano Isidro cuando desconocidos los detuvieron en una brecha de la ranchería Los Flacos, golpearon a este último y se llevaron a Juan. Isidro regreso ileso pero sin su hermano.
De acuerdo con testimonios, hombres encapuchados llegaron a la comunidad de Choreachi desde el domingo y el martes levantaron a Juan Ontiveros. La madre relata que escuchó cuatro disparos. Juan permaneció desaparecido un día, hasta que fue encontrado su cuerpo.
El gobernador indígena Porfirio Cruz Ramos dio aviso a la asociación Alianza Sierra Madre sobre el crimen. La Fiscalía General de Chihuahua se hizo cargo del caso, pero hasta el momento no hay detenidos.
Hace 15 días cuando ocurrió el asesinato de Isidro Baldenegro, Juan Ontiveros y otros representantes de su comunidad acudieron a la capital chihuahuense a reunirse con autoridades estatales y federales para denunciar y dar testimonio de la violencia que vive la región y los procesos agrarios que llevan a cabo.
Choreachi no solo a perdido a Isidro y a Juan, también asesinaron en 2013 a Jaime Zubías y a Socorro Anaya Ramos. Sus crímenes aún continúan impunes.
Desde hace años gobernadores indígenas de siete comunidades serranas denuncian que estos asesinatos a manos del crimen organizado son planeados y pagados por caciques locales que explotan forestalmente la región.
Mantienen en amenaza y asedio constante a las comunidades, asesinan a los líderes que defienden el bosque y sus tierras ancestrales, mientras el grupo caciquil explotan los recursos naturales y talan los bosques, pasando por encima de la vida y los derechos de los pueblos indígenas.