Días de furia se han vivido en Chile luego de una protesta contra el alza de pasajes derivara en una ola de violencia y represión generalizada. Para Sebastián Piñera en Chile se vive una guerra, mientras que la Nación Mapuche atribuye todo a sus políticas neoliberales. ¿Qué está sucediendo en Chile?
Por José Díaz, en Servindi
La semana pasada el presidente de Chile, Sebastián Piñera tomaría una decisión que desataría una ola de violencia en su país. El alza de pasajes de transporte público motivó una serie de protestas que inicialmente solo parecían ser de carácter estudiantil. Sin embargo, tras militarizar las calles de las principales ciudades con el objetivo de reprimir las protestas, todo se fue de control en el país del sur.
A los colectivos estudiantiles se le sumaron diversos grupos políticos, sociales y sindicales que se oponen a las medidas liberales que ha venido imponiendo la administración de Sebastián Piñera. Sobre el pasado fin de semana las protestas no tuvieron punto de retorno. A la fuerte represión de los Carabineros, se le respondió con la radicalización de las marchas que llevó al incendio de edificios y de vagones del metro.
En respuesta, el Gobierno de Chile agudizó su represión y al cierre de ayer por la noche se estimaban en 10 las víctimas de una jornada de más de tres días sostenidos de violencia. Saqueos, incendios, represión desmedida y toques de queda marcaron el tenor de la vida social chilena en los últimos días.
Sobre el sábado en la noche, el presidente de Chile anunció la derogación de la norma que dictaba el alza de los pasajes del transporte público. No obstante, las movilizaciones en las principales ciudades chilenas continúan. Al día de hoy, el estado de emergencia se mantiene en un país que se encuentra casi totalmente militarizado.
¿Por qué protestan los chilenos?
Desde el Frente Amplio, partido político de oposición al de Sebastián Piñera, han acusado al Gobierno de Chile no ver la verdadera dimensión de las protestas. De acuerdo con esta agrupación, las revueltas cívicas no apuntan al alza de los pasajes, aunque esto haya sido el disparador final. La sensación de inequidad desde el Gobierno central de Chile ha ido en aumento en los últimos años: actos de corrupción, impunidad y alza de precios en los servicios públicos.
Por su parte, la Nación Mapuche emitió un comunicado responsabilizando a Sebastián Piñera de las olas de violencia que han acabado con varias vidas hasta el momento. Para la población originaria de Chile, estas revueltas cívicas responden a un legado de criminalización y represión por parte de las políticas liberales dictadas desde la Casa de la Moneda.
“Durante décadas gozaron de privilegios detrás de una dictadura sangrienta, donde torturaron, desaparecieron y ejecutaron a cientos y miles de personas mapuche y no mapuche”, dicta el comunicado. Cabe recordar a q fines del 2018, el comunero mapuche Camilo Catrillanca fue asesinado por un grupo de Carabineros mientras realizaba labores de campo, lo cual generó en su momento una ola de protestas contra la administración de Sebastián Piñera.
Por el momento, el presidente de Chile parece no querer abrirse a un diálogo. El último fin de semana, lejos de acercarse a los movimientos sociales, dialogó con los empresarios afectados durante las movilizaciones. Y sobre el cierre del domingo, dio un beligerante comunicado en el que brilló la siguiente frase: “Estamos en una guerra contra un enemigo poderoso”. Todo hace indicar que la paz no reinará en Chile durante los próximos días.