Indígenas rechazan represas que afectarían áreas protegidas

Servindi, 20 de octubre, 2016.- Indígenas de los pueblos Tacana, Mosetén, Tsimane, Uchupiamonas, comunidades originarias y campesinas anunciaron el desalojo de las maquinarias y el personal que realiza estudios para los proyectos hidroeléctricos El Bala y El Chepete.

Las diecisiete comunidades indígenas que sustentan el rechazo reivindican la defensa del Parque Nacional Madidi y la Reserva Biósfera y el Territorio Indígena Pilón Lajas, lugares que consideran sagrados.

Mediante un pronunciamiento adoptado el lunes 17 de octubre otorgaron un plazo de 72 horas para que el gobierno instruya a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y a la empresa Geodata a retirarse del área natural protegida.

“Caso contrario tomaremos nosotros las acciones de desalojo” indican.

Los indígenas determinaron declarar como sitios sagrados a El Bala y Chepete y sus serranías circundantes “porque siempre ha estado en el espíritu de la gente el respeto hacia estos lugares”, señaló Domingo Ocampo, dirigente del pueblo mosetén.

La concentración indígena se efectuó en el estrecho El Bala, en el limite natural de las áreas protegidas del parque nacional, donde se informó que existen maquinarias haciendo perforaciones a ambos lados del cañadón a cargo de Geodata, encargada del estudio técnico y de pre-inversión por la ENDE.

Los representantes indígenas exigen que se respeten y cumplan las normas internacionales, la Constitución y otras normas que “establecen el derecho a la consulta previa, libre e informada y de buena fe dentro de los territorios de los pueblos susceptibles a ser afectados con proyectos de gran impacto ambiental, social, cultural y espiritual”.

Además, rechazan el traslado, resarcimiento, compensación, modificación y alteración de los territorios que habitan y por los cuales tienen títulos.

Sostienen que el proyecto de represa El Bala-Chepete atenhta contra los derechos humanos y formas de vida tradicionales consagradas en la normativa nacional e internacional.

Antecedentes

El 27 de julio de 2016 la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y la firma italiana Geodata suscribieron el contrato para el diseño del estudio técnico y preinversión del proyecto hidroeléctrico El Bala.

La compañía lleva adelante el estudio a diseño final que deberá ser entregado a fines de 2017, informó el viceministro de Recursos Hídricos y Riego, Carlos Ortuño, el viernes 14 de octubre.

Según sostuvo el viceministro Ortuño “el estudio a diseño final va a generar todos los insumos y elementos para cumplir con los procedimientos establecidos en nuestra normativa, para la ejecución de cualquier tipo de proyectos”.

El estudio de prefactibilidad de El Bala y El  Chepete, ubicados al norte de La Paz, demandará una inversión de 11,8 millones de dólares.

El estudio de identificación precisa que ambas hidroeléctricas tienen la capacidad de generar 3.676 megavatios (MW) de energía eléctrica y que demandarán una inversión en su construcción de 6.000 millones de dólares.

Evo “salva” su responsabilidad

Ante las voces disonantes, el presidente Evo Morales expresó el martes su descontento y sentenció: “Si La Paz quiere El Bala, bien; si no quiere, también”.

“Salvamos nuestra responsabilidad. De aquí a 20, 30, 40 o 50 años no digan: por culpa de Evo no ha habido El Bala, por culpa de Álvaro (García) no ha habido El Bala. Nosotros hemos avanzado bastante y sepan a quién echarle la culpa”, afirmó en una conferencia de prensa en Palacio de Gobierno el lunes.

Pese a lo manifestado el gobierno lleva adelante un proceso de socialización del proyecto y asegura sumar respaldo al proyecto que considera estratégico porque “garantizaría la soberanía energética” del país.

Para el dirigente indígena mosetén Domingo Ocampo, los apoyos a los que hace referencia el Gobierno vienen de comunidades que no están afectadas por los proyectos.

Estrecho El Bala. Imagen: Noticias Fides

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