Entre os dias 13 e 17 de março ocorreu, em Santiago do Chile, o Encontro da Pastoral Indigenista do Cone Sul. Representantes de pastorais indigenistas do Brasil, Argentina, Paraguai e Chile participaram do encontro promovido pelo Conselho Episcopal Latino Americano (CELAM). Pelo Brasil, participaram do encontro o arcebispo de Porto Velho e presidente do Conselho Indigenista Missionário (Cimi), Dom Roque Paloschi, e o secretário executivo da entidade, Cleber Buzatto.
“Nosso compromisso com os Povos Indígenas se renova. Queremos permanecer próximos e acompanhar suas buscas, suas lutas e suas realizações. Ainda falta muito, mas estamos convencidos de que este tempo pode ser muito proveitoso para que todos os povos possamos alcançar, através do diálogo intercultural e inter-religioso, a plenitude da vida e paz”, afirma a declaração final do encontro.
É o segundo encontro de pastorais indígenas realizado pela Celam. O primeiro ocorreu em outubro de 2016, com representantes do Panamá, América Central e México, e o terceiro ocorrerá em Lima, no Peru, reunindo pastorais de Bolivia, Peru, Equador, Colômbia e Venezuela.
“Há muitos desafios que nos esperam e que teremos de enfrentar juntos”, afirma a declaração do encontro do Cone Sul, citando a luta pelo reconhecimento dos territórios tradicionais dos povos indígenas, o encontro e o diálogo entre culturas, o intercâmbio a partir da mística e da espiritualidade de cada povo e, “sobretudo, o dom da esperança, tão presente nas culturas originais e âncora segura da cosmovisão cristã”.
A declaração também recupera a recente manifestação do Papa Francisco, que afirmou, dirigindo-se aos povos indígenas: “De vocês, temos muito a aprender”.
“O caminho compartilhado nos oferece diferentes contribuições que nos enriquecem, nos desafiam e nos ajudam a recuperar valores não conhecidos ou que perdemos”, prossegue o documento. “É evidente que o modelo extrativista, dominante e devastador que a sociedade ocidental tem promovido, através de grandes corporações econômicas, levou-nos a um estado de mal estar. O mundo está doente. Estamos doentes e, infelizmente, somos nós a principal causa desta situação”.
Registrando as recorrentes ameaças e violações que os povos indígenas ainda sofrem em todo o continente e a contínua falta de respeito por seus territórios, sua autodeterminação, seus direitos e sua cultura, a declaração final do encontro reafirma a solidariedade aos sofrimentos e às lutas dos povos indígenas.
“Nos sentimos solidários e partícipes de seus sofrimentos e suas lutas. Nos doem o esquecimento a que são submetidos e a violência que têm sido e continuam a ser objetos, especialmente no que diz respeito ao reconhecimento de seus territórios”.
Leia, abaixo, a íntegra da declaração final do Encontro da Pastoral Indigenista do Cone Sul, em espanhol.
ENCUENTRO DE LA REGIÓN CONO SUR SOBRE LA PASTORAL DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
Santiago, Chile, 13 al 17 de Marzo de 2017
DECLARACIÓN FINAL:
Reunidos los Obispos, Secretarios Ejecutivos y algunos Asesores Teológicos de las Comisiones Episcopales de Pastoral de Pueblos Originarios de los países del Cono Sur, y convocados por el Departamento de Cultura y Educación del CELAM, después de compartir experiencias, criterios y perspectivas en relación a los pueblos originarios, iluminados por el Magisterio Universal y Latinoamericano de la Iglesia, y convencidos de que Jesucristo Resucitado es quien conduce nuestra historia hacia la plenitud de la comunión, en la diversidad, queremos expresar lo siguiente:
Agradecemos al Señor de la Vida que nos haya elegido para esta vocación de acompañar a los pueblos originarios, lo cual reconocemos como una gracia. Los pueblos originarios son, verdaderamente, un don para nuestra vida y un regalo para la vida de nuestros países. Ellos nos ofrecen una mirada simple y agradecida de la creación, nos permiten crecer con el aporte de su cultura, su cosmovisión, su horizonte de esperanza.
En este acompañamiento, nos sentimos solidarios y partícipes de sus sufrimientos y sus luchas. Nos duelen las repetidas postergaciones que han sufrido y siguen padeciendo, el olvido al que son sometidos y la violencia de la que han sido y continúan siendo objetos, especialmente en lo referente al reconocimiento de sus territorios. Al problema de la tierra, se agregan otros no menos preocupantes, como la falta de respeto por su autodeterminación y sus derechos, el desprecio de su cultura, la pérdida de identidad, la migración forzada hacia las ciudades o el encierro de comunidades en centros urbanos, el descuido de los más jóvenes, quienes terminan siendo presa fácil de las adicciones.
Por otra parte, no podemos dejar de reconocer que el camino compartido nos ofrece diferentes aportes que nos enriquecen, nos interpelan y nos ayudan a recuperar valores no conocidos o que hemos perdido. Es evidente que el modelo extractivista, dominante y devastador que la sociedad occidental ha promovido, a través de grandes corporaciones económicas, nos ha llevado a un estado de malestar. El mundo está enfermo. Nosotros estamos enfermos y, lamentablemente, somos nosotros la causa principal de esta situación. “De ustedes tenemos mucho que aprender”, les decía el Papa Francisco a los indígenas, poco tiempo atrás, en su visita a San Cristóbal de las Casas, México. En ellos podemos encontrar un nuevo modo de vincularnos con la creación y entre nosotros.
Si miramos hacia adelante, son muchos los desafíos que nos esperan y que tenemos que afrontar juntos: el reclamo a los estados por los territorios que históricamente les corresponden, siempre en el marco de la justicia y de la paz; el encuentro y el diálogo entre culturas; el intercambio desde la mística, desde la espiritualidad de cada pueblo; y sobre todo, el don de la esperanza, tan presente en las culturas originarias, y ancla segura de la cosmovisión cristiana.
Nuestro compromiso se renueva para con los Pueblos Originarios. Queremos seguir siendo cercanos y acompañarlos en sus búsquedas, sus luchas y sus logros. Es mucho lo que falta, pero estamos convencidos que este tiempo puede ser muy fecundo para que todos los pueblos podamos alcanzar, mediante el diálogo intercultural e interreligioso, la plenitud de la Vida y de la Paz.
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. María de Guadalupe, Patrona de América Latina, ilumina nuestro camino.
Santiago de Chile, 16 de Marzo de 2017
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foto: Egon Heck/Cimi