Según un informe de Global Witness, Filipinas y Colombia fueron los países más mortales con 24 víctimas cada uno. Durante el 2018 fueron asesinadas 17 activistas mujeres, registrándose un aumento en el número global de víctimas femeninas. América Latina sigue siendo el lugar más peligroso para el activismo ambiental.
Por José Díaz, en Servindi
No es una novedad que la labor de defensor ambiental se ha convertido en una actividad peligrosa en los últimos años. Sin embargo, las últimas cifras de la organización Global Witness revelan un escalofriante aumento en el asesinato violento de los defensores ambientales durante el 2018. En total, fueron asesinados 164 activistas a nivel global.
Aunque América Latina es la región más peligrosa del mundo para ejercer el activismo ambiental, entre los dos países más peligrosos durante el 2018 se encuentra Filipinas con 24 víctimas. Al país del sur de Asia lo acompaña con la misma cifra Colombia, seguidos muy de cerca con 23 víctimas en la India y 20 en Brasil.
“El año pasado fueron asesinadas un promedio de más de tres personas por semana, al defender sus tierras y el medio ambiente de la invasión de industrias como la minería, la tala y la agroindustria. Incontables más fueron silenciadas a través de otras tácticas diseñadas para aplastar la protesta, como arrestos, amenazas de muerte, juicios y campañas de desprestigio”, señala el informe de Globa Witness.
Aunque ha habido un aumento de muertes de defensores que luchan contra la tala ilegal, por ejemplo, en la Amazonía, sigue siendo la minería la actividad más mortal con 43 asesinatos confirmados durante el 2018. La organización estima que la cifra total de muertos durante el año pasado puede ser mayor debido a que muchos de los crímenes no llegan a ser denunciados.
Mujeres víctimas
Uno de los aspectos más preocupantes del informe de Global Witness es el aumento de casos de defensoras asesinadas durante el 2018. En total fueron 17 mujeres activistas ambientales víctimas durante el año pasado, siendo Filipinas el país más letal con 6 víctimas mujeres, seguido de igual manera por Colombia con 3.
En América Latina, donde se concentra la mayor cantidad de asesinatos contra mujeres, el caso más emblemático durante el 2018 fue la muerte de María Guadalupe Campanur, la activista de la comunidad de Cherán que había creado un sistema de gobierno y protección de bosques en Michoacán.
Frente a esta situación, los representantes de América Latina para Global Witness han reclamado que los gobiernos nacionales apliquen el Acuerdo de Escazú, un pacto creado en el marco de Río +20 y que tiene como objetivo proteger a los defensores ambientales, así como garantizar el libre acceso a la información en el terreno de la lucha ambiental.
