Indígenas se alistan para enfrentar invasión neoliberal de Bolsonaro

Grupos indígenas de la Amazonía brasileña organizar patrullas ante el intento de Jair Bolsonaro de liberalizar sus territorios ancestrales. Ellos buscarán defender sus tierras ante el ingreso de invasores que buscarían establecer proyectos de extracción. ONGs denuncian potencial genocidio antes las Naciones Unidas, mientras la vulnerabilidad de los pueblos nativos aumenta en Brasil.

Por José Díaz, en Servindi

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro presentó a inicios de febrero un proyecto de ley que busca liberalizar los territorios indígenas de la Amazonía brasileña para permitir proyectos como la extracción minera, petrolera y la generación eléctrica. Este anuncio ha alarmado a los pueblos indígenas brasileños y del mundo en general, quienes han condenado la iniciativa del mandatario de Brasil.

Sin embargo, los pueblos indígenas brasileños han anunciado que, de concretarse esta medida, no se quedarían de brazos cruzados esperando a ser desalojados y, en el peor escenario, reprimidos. Ante ello han anunciado la creación de patrullas indígenas como un mecanismo de autodefensa de sus propios territorios antes potenciales invasores.

Según cifras de la organización internacional Survival, se estima que alrededor de 177 territorios indígenas y ancestrales se verían afectados, así como seis grupos indígenas que se encuentran en aislamiento voluntario.

De darse luz verde a las intenciones de Jair Bolsonaro, el grupo étnico más afectado serían los Yanomami, quienes viven en la zona norte de la Amazonía brasileña, cerca de la frontera con Guayana. Esto debido a que ya existe 678 solicitudes de extracción minera apuntando a sus territorios que incluyen, diversas reservas ambientales.

Organización y denuncia

Ante el riesgo de desalojo y enfrentamientos con consecuencias fatales, así como la vulneración legal al reconocimiento de los territorios indígenas y al Convenio 169 de la OIT al que Brasil está suscrito, diversas ONG han advertido que denunciarán a la administración de Jair Bolsonaro por intento de genocidio.

La denuncia, que se presentará antes las Naciones Unidas, la interpondrían la Comisión ARNSConectas y el Instituto Socio Ambiental (ISA). Ellos anunciaron que en esta denuncia incluirá el dato de que durante el 2019, la tala de árboles en territorio de pueblos indígenas aislados creció un 113%, algo que habría ocurrido con la complicidad del gobierno de Jair Bolsonaro.

“La perspectiva para los pueblos indígenas aislados en Brasil es devastadora. Con la explosión de la deforestación, la destrucción de los bosques y el avance de prácticas ilícitas como la minería, la tala ilegal y la invasión de tierras, la existencia de estos grupos se ve seriamente amenazada”, advirtió ISA en un informe presentado a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

No obstante, la sensación de que lo peor aún puede ocurrir se mantiene en la Amazonía brasileña. El crecimiento de mafias vinculadas a la extracción y las patrullas indígenas podrían empezar a colisionar dentro de poco, a un costo social sin reparación.

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