Europa: eres cómplice de Bolsonaro. Por Eliane Brum

Los líderes han desechado el futuro para obtener beneficios a corto plazo

En El País

El tratado firmado el 28 de junio entre la Unión Europea y el Mercosur señala el día internacional del cinismo. O el día en que los líderes europeos desecharon la Amazonia para vender más coches y vinos en un mercado de 260 millones de personas. Al menos que la población sea consciente: comerá buey proveniente de la deforestación y pondrá en el estómago de los niños productos contaminados con pesticidas, varios prohibidos en Europa.

El Ministerio de Agricultura lo dirige Tereza Cristina, una ganadera conocida en Brasil como la “musa del veneno” por sus servicios prestados a las corporaciones de pesticidas. Desde la investidura del ultraderechista Jair Bolsonaro, la media de aprobación de venenos ha sido de más de uno al día. Por lo que las agencias de periodismo de investigación Repórter Brasil y Agência Pública decidieron crear el @Robotox, un robot que tuitea a cada autorización: desde enero, ya son 239 pesticidas nuevos.

La ganadería es la principal causa de deforestación de la selva amazónica. Matadero del mundo, Brasil exportó 1,64 millones de toneladas de carne en 2018. El mismo año, se registró el mayor índice de destrucción de la Amazonia de la década. En 2019, el mes de mayo mostró un aumento del 34% con relación al de 2018: en solo un mes, desaparecieron 739 kilómetros cuadrados de selva, el equivalente a dos campos de fútbol por minuto. La principal meta de Bolsonaro es liberar la explotación agropecuaria y minera en las tierras protegidas de los pueblos indígenas. Para ello, cuenta con el ministro contra el medio ambiente, Ricardo Salles, condenado por crimen ambiental, que se ha dedicado con éxito a desmontar todo el sistema de protección.

Poco antes de la reunión del G20, Emmanuel Macron afirmó que no firmaría ningún tratado si Brasil dejaba el Acuerdo de París. Angela Merkel dijo que estaba “muy preocupada por la Amazonia” y que tendría una “conversación clara” con el colega brasileño. Bolsonaro braveó: “[Los alemanes] tienen mucho que aprender de nosotros. No he venido aquí a que otros países me amonesten”. El ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, el general Augusto Heleno, fue más maleducado: “¿Quién tiene moral para hablar de la conservación del medio ambiente de Brasil? Que vayan con los de su calaña”.

Todo para engañar a los tontos. El discurso de que Brasil tendrá que comportarse es una solemne bobada. El acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur lo hilvanaron los Gobiernos anteriores. Aprobarlo ahora, cuando Brasil destruye con método y objetivo la mayor selva tropical del planeta y Bolsonaro encima reacciona como un cowboy ante la emergencia climática, es humillante. Como dijo Carlos Rittl, ambientalista conocido por su moderación: a partir de ahora, la Unión Europea comparte con Bolsonaro la responsabilidad de lo que le suceda a la selva y a sus pueblos.

Imagem: Los principales líderes europeos y de América Latina, tras acordar el pacto comercial entre la UE y Mercosur. AP

Deixe um comentário

O comentário deve ter seu nome e sobrenome. O e-mail é necessário, mas não será publicado.

quinze − dois =