A pocos meses de las elecciones, las primeras encuestas muestran a Donald Trump por debajo en la intención de votos respecto al candidato del Partido Demócrata. La mala gestión de la pandemia del coronavirus y su postura frente a los casos de racismo y brutalidad policial han impactado en sus intenciones de reelegirse. ¿Será este el fin de la era Trump?
Por José Díaz, en Servindi
La crisis social y sanitaria producida por la pandemia de la COVID-19, conocida como coronavirus, viene ocurriendo en tiempos en los que los Estados Unidos se preparan para las elecciones presidencial que, por el momento, se esperan celebrar en noviembre de este año y donde el presidente Donald Trump buscará su reelección.
Sin embargo, una noticia alentadora se dio a conocer esta semana cuando una serie de encuestas publicadas por los medios The New York Times y Fox News dieron a conocer que el candidato del Partido Demócrata, Joe Biden tendría entre un 6% y 8% más de intención de voto que el potencial candidato del Partido Republicano, Donald Trump.
La caída de la popularidad de Donald Trump fue más significativa en uno de los estados que lo hicieron ganar en 2016, Florida donde, precisamente, la pandemia del coronavirus ha arreciado con mayor número de casos nuevos y muertes en las últimas semanas.
Desesperado por el bajón de su popularidad, así como la poca asistencia de simpatizantes que tuvo su primer mitin de campaña en Tulsa (Oklahoma), Donald Trump ha criticado en su cuenta de Twitter a la propia cadena Fox News que ha sido aliada de su administración durante los últimos años.
Virus y racismo
La explicación a la caída de la popularidad de Donald Trump tiene una clara fuente en el mal manejo que bajo su mando ha tenido la Casa Blanca de la crisis del coronavirus. La indiferencia inicial hacia este virus ha colocado a los EE.UU. como el país más afectado por este virus con muchos casos y muertos de diferencia respecto a todos los demás países del mundo.
Sus constantes declaraciones contra China, a la que le ha declarado una guerra comercial y diplomática en medio de la pandemia, así como sus ataques a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus irresponsables recomendaciones para tratar el virus, han mellado la ya polémica imagen del presidente norteamericano.
A eso hay que sumarle la ola de protestas e indignación generalizada que causó el arresto y asesinato (por brutalidad policial) del ciudadano afroamericano George Floyd en Minnesota. Lejos de solidarizarse con las protestas, Donald Trump hizo gala de su postura racista al calificar como terroristas los manifestantes del movimiento Black Lives Matter.
Asimismo, en lugar de plegarse a los reclamos de la población, Donald Trump reiteró su apoyo a los cuerpos policiales de los EE.UU., caracterizados por reprimir a las minorías étnicas en este país. Faltan menos de cinco meses para las elecciones presidenciales y las encuentras no pintan nada bien para los actuales ocupantes de la Casa Blanca. ¿Será el fin de la era Trump?
