¿Qué implica ser mujer y pertenecer a un pueblo indígena en el contexto peruano? A esta interrogante busca responder el siguiente informe del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP) con información clave sobre el tema
Situación de las mujeres indígenas en el Perú
Por Gustavo Zambrano y Diego Uchuypoma – Servindi
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2014), después de Bolivia (62.2%) y Guatemala (41%), Perú es el tercer país de América Latina con el mayor porcentaje de personas indígenas en su población (24%), seguido luego por México (15.1%) y Panamá (12.3%). Este organismo internacional afirma lo anterior sobre la base de los resultados obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), luego del último Censo Nacional y el II Censo de Comunidades Nativas de la Amazonía Peruana, ambos realizados el año 2007.
A pesar de que dichos resultados se obtuvieron al aplicar el denominado criterio lingüístico en las preguntas censales y no el de auto identificación, resultan adecuados para apreciar la situación de los pueblos indígenas en el Perú. Gracias a estos resultados (INEI, 2007) es que podemos resaltar que, en nuestro país, más de seis millones de personas viven en hogares donde el jefe de familia o su cónyuge hablan un idioma materno distinto al castellano (por ejemplo, el 13.2% de los peruanos y peruanas tienen al quechua como idioma materno), lo que ha sido entendido como que pertenecen a algún pueblo indígena, y que las regiones más pobladas por personas indígenas (es decir, regiones en las que parte de su población habla un idioma distinto al castellano) son Puno (13.6%) y Cusco (16.9%) en la sierra, y Loreto (30.7%) y Amazonas (29.3%) en la selva. De acuerdo con estos resultados, en 2007 se estimaba que para el año 2010, de una población de aproximadamente 29 millones de peruanos y peruanas, más de 7 millones de personas serían indígenas (INEI, 2007), por lo que, siguiendo esta proyección, para los siguientes años esta cifra debería haber aumentado. Esta situación se verificaría luego de la realización del censo del año 2017, que sí debe incluir una pregunta (o preguntas) sobre la auto identificación.
En este universo, la mujer indígena representa un grupo significativo de la población nacional peruana. No solo constituye el 23.8% sobre el total de mujeres (que suman 13’693,398 a nivel nacional), sino además son el 50.2% sobre el total de personas indígenas: para el año 2007 las personas indígenas sumaban 6’489,109, estimándose en 3’256,859 el número de mujeres indígenas (CEPAL, 2013b). Así, vemos que en proporción las mujeres indígenas constituyen un número significativo de la ciudadanía peruana sobre quienes las decisiones de gobierno recaen.
Sin embargo, conocer el desagregado de la situación social de este grupo de mujeres es aún complicado en el Perú. Oficialmente no se cuentan aún con todas las cifras sobre su situación sociodemográfica. Esto último complica un adecuado diseño e implementación de políticas públicas.
Cabe precisar que sí se cuentan con datos estadísticos sobre la situación de la mujer –sea indígena o no– que pueden servir de parámetro para darnos una idea sobre cómo es la situación social de la mujer indígena en el Perú. Por ejemplo, al año 2013, la tasa de participación en la fuerza de trabajo a nivel nacional mostraba una amplia diferencia en cuanto a desigualdad de género: mientras que el 82% de los hombres tienen una participación activa como fuerza laboral, solo el 64.5% de las mujeres presenta esta distinción, cuestión que merma su autonomía económica (INEI, 2013). Por otro lado, las diferencias por ingresos son preocupantes: a junio de 2015 (INEI, 2015), las mujeres en promedio ganan S/. 1,129.9 mensuales mientras que los hombres ganan S/. 1,768.4, es decir, el ingreso promedio de mujeres representa el 63.9% del de los hombres. Las diferencias de la población que no tiene ingresos propios también son significativas. A 2013, según CEPAL (2013b), mientras que en las áreas urbanas el 14.8% de hombres no posee una fuente fija de ingresos, el 28.7% de mujeres presenta esta condición. En al área rural, la brecha es aún mayor: mientras que el 15.7% de hombres no tiene una fuente fija de ingresos, el 35.5% de las mujeres no la posee. Respecto a la salud, según CEPAL (2013b), en el Perú a 2013, por cada 100,000 nacidos vivos, 89 madres murieron. Si bien es cierto esta cifra ha ido disminuyendo conforme han ido pasando los años (en 1990 la tasa era de 250 madres fallecidas por cada 100,000 nacidos vivos), aún existe cierta vulnerabilidad en el país. Al respecto, lo que podemos señalar es que, si las mujeres indígenas son parte importante del grupo de mujeres a nivel nacional, comparten los mismos problemas identificados para el grueso de esta población.
En algunos otros casos sí se cuentan con datos desagregados sobre la situación de las mujeres indígenas peruanas, aunque queda pendiente conocer con mayor precisión sobre esta realidad. Por ejemplo, a partir de los censos mencionados es que se puede afirmar que en el caso de la población indígena de la Amazonía (332,975 personas), las mujeres indígenas representaban el 47.8% de dicha población (serían más de 129,000 mujeres indígenas); en el caso de la población indígena andina, las mujeres indígenas suman 2’289,605 de personas (CEPAL, 2013a). En cuanto a población con al menos educación secundaria, medida por el porcentaje de población con 25 años o más, mientras que el 68.8% de hombres presentan educación secundaria, solo el 56.4% de mujeres cuenta con estos estudios (INEI, 2013). En el caso de la educación primaria, se estimaba a 2010 que un 87% de indígenas mujeres jóvenes culminaron estos estudios, lo que evidencia una clara brecha frente al 97% de indígenas varones jóvenes y el 91.7% de mujeres no indígenas que también han concluido esta parte de su educación (CEPAL, 2013a). Por otro lado, la tasa de alfabetización a 2013 mantiene algunas diferencias según género que paulatinamente se han ido acortando. Así, mientras que el 96.9% de los hombres son alfabetos, solo el 90.7% de mujeres lo serían, según cifras a nivel nacional.
Las cifras expuestas previamente evidencian de manera general la situación de la mujer indígena en el Perú. A través de estas se puede apreciar, por ejemplo, que reciben menores ingresos, que sus condiciones laborales son precarias, que tienen menos escolaridad, mayor mortalidad infantil, entre otras características. Es decir, reflejan situaciones de exclusión (indicadores socioeconómicos negativos) si son comparadas con hombres indígenas y la población no indígena, y las colocan en una situación de mayor precariedad que el resto. Su situación refleja la desigualdad y la discriminación frente al resto de la población nacional. Por lo anterior, quizás, es que muchas de sus demandas apuntan a resolver estos problemas y con ello reducir las brechas que aún existen. Ello implica, como posibilidad, expresar opiniones y propuestas que incidan en la adopción de decisiones en todos los espacios públicos que les puedan concernir (CEPAL, 2013a).
Bibliografía
COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (CEPAL)
– 2013a Mujeres indígenas en América Latina: dinámicas demográficas y sociales en el marco de los derechos humanos. Santiago de Chile: CEPAL-CELADE.
– 2013b Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe. Fecha de consulta: noviembre de 2015. Disponible en: http://www.cepal.org/oig/
– 2014 Los pueblos indígenas en América Latina. Avances en el último decenio y retos pendientes para la garantía de sus derechos. Santiago de Chile: CEPAL.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA (INEI)
– 2013 Indicadores de género. Consulta: 11 de noviembre de 2015: http://www.inei.gob.pe/estadisticas/indice-tematico/brechas-de-genero-7913/
– 2015 Estadísticas con enfoque de género. Abril-mayo-junio 2015. Informe técnico Nº 3, septiembre 2015. Consulta: 11 de noviembre de 2015. http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/informe-tecnico-n03_estadisticas-genero_abrmayjun2015.pdf
– 2007 Censos nacionales 2007: XI de población y VI de vivienda. Perfil sociodemográfico del Perú. Lima: INEI, UNFPA, PNUD.