Por Jorge Agurto – Servindi
El 10 de abril el pueblo peruano acudirá a elecciones generales para elegir entre volver a un régimen siniestro, corrupto y autoritario o iniciar el camino hacia un porvenir distinto, promisorio, de cara al futuro.
El Jurado Electoral Especial de Lima ha confirmado su complicidad y complacencia con el fujimorismo al no sancionar su exclusión pese a las abundantes pruebas que muestran su trasgresión a la normatividad electoral.
Por situaciones similares y otras faltas administrativas fueron sacados de carrera otros postulantes. Fortalecido por la impunidad el fujimorismo continúa una millonaria campaña con fondos presumiblemente provenientes de la corrupción.
No debemos olvidar que son varios los miembros de la familia Fujimori —los tíos paternos de Keiko: Pedro, Rosa y Juana— quienes se enriquecieron ilícitamente, son prófugos de la justicia peruana y hoy viven acobijados en Japón(1).
Las marchas ciudadanas contra el retorno del fujimorismo expresan la salud moral de la nación que se resiste a que los personajes dantescos del régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos —ambos presos— vuelvan a tomar las riendas del poder en el país.
Por todo esto, la marcha anunciada para el 5 de abril, fecha en que Alberto Fujimori inició el autogolpe al Estado peruano en 1992, será multitudinaria y un mensaje claro de que el fujimorismo en el Perú no pasará.
El campo popular
Lo positivo del actual proceso electoral es que el campo popular se ha decantado y perfilado de manera casi natural gracias al carisma y liderazgo de Verónika Mendoza, nuestra “chola coraje” que ya ingresó triunfante en el corazón del pueblo(2).
Hace algunos meses destacamos que Verónika es portadora de tres valores políticos escasos e indispensables para una renovación política: honestidad, juventud y consecuencia(3). A esto podemos agregar coherencia, pues hace lo que dice y cumple lo que promete.
Por otro lado, el Frente Amplio ha tenido la virtud de aplicar mecanismos de transparencia democrática indispensables para renovar la política y la forma de construir un frente democrático.
La propia Verónika fue elegida mediante elecciones internas, abiertas a la ciudadanía, gracias al generoso gesto de Marco Arana que cedió la inscripción política de Tierra y Libertad en aras de un proyecto político mayor.
La elección de los candidatos al Congreso de la República también se efectuó por elecciones abiertas rompiendo así con la tradicional repartija de cupos por influencia o dinero, como lo hace la mayoría de agrupaciones.
A fin de asegurar la participación efectiva de la mujer, el Frente Amplio es la única agrupación que decidió alternar la lista al Congreso entre varones y mujeres, iniciando la lista con Marisa Glave en el número 1 en la lista por Lima.
El Frente Amplio es la única agrupación que ha dado espacios importantes y no de relleno a connotados líderes de los pueblos originarios. Allí están Gladis Vila postulando al Parlamento Andino (3), Santiago Manuin por Amazonas (1) o Henderson Rengifo por Loreto (3).
Sin duda, no faltan fallas, deficiencias y quizás errores en el proceso. Pero todo esto es secundario ante las virtudes de la democracia interna, el único procedimiento que permite disolver el poder de los caudillos y las camarillas.
El Frente Amplio “si bien no representa a todos los sectores populares o grupos de izquierda, es la opción más viable en curso para afirmarse como una propuesta auténtica, surgida del pueblo, y que ha sido legitimada por procedimientos democráticos de cara a la ciudadanía”(4).
La guerra sucia y el riesgo del fraude electoral
Los medios masivos de información hiper-concentrados en el Grupo El Comercio ya iniciaron una guerra sucia contra Verónika Mendoza. Y en los próximos días no faltarán nuevas acusaciones cada vez más tremebundas y nauseabundas, buscando asociarla al terrorismo y al chavismo.
Pero el pueblo peruano no es tonto y está ávido de cambios reales y profundos. Sabe que el actual modelo no da para más y los grupos de poder que se han enriquecido saqueando al país están temerosos de perder sus privilegios.
Es ese poder miope y vetusto, inculto y mediocre, antihistórico y discriminador, el que alienta ese periodismo servil que en épocas electorales se convierte en el más vil de los oficios.
A pesar de no contar con recursos económicos y hacer una campaña sumamente austera, Verónika está a dos pasos de la presidencia en el Perú. El primer paso es pasar a la segunda vuelta. El segundo es derrotar a Keiko Fujimori en una lid donde el electorado nacional debería escoger entre dos mujeres, diametralmente opuestas, para representar al Perú.
En estos días cruciales es fundamental que las fuerzas más lúcidas de la ciudadanía expliquen a las personas a las que tengan acceso que Mendoza es la mejor opción para construir país de acuerdo a nuestras potencialidades diversas, con equidad y justicia social.
Y es muy necesario defender el voto popular de Verónika en las urnas por lo que urge armar un ejército ciudadano de personeros que supervise el proceso electoral y cuide que no haya intromisiones malévolas que tergiverse la voluntad popular.
Notas:
(1) La República: Lo que Keiko Fujimori oculta: Rosa, Juana y Pedro Fujimori sí son prófugos de la justicia. 12 de octubre de 2015. Ver en: http://larepublica.pe/impresa/en-portada/709678-lo-que-keiko-oculta-rosa-juana-y-pedro-fujimori-si-son-profugos-de-la-justicia
(2) Jorge Agurto: Tocando las fibras más sensibles del pueblo, 25 de febrero de 2016, en Servindi:http://www.servindi.org/actualidad-cronica-opinion/25/02/2016/tocando-las-fibras-mas-sensibles-del-pueblo
(3) Jorge Agurto: El Factor Verónika Mendoza, 3 de octubre de 2015 en Servindi:http://www.servindi.org/actualidad/140762
(4) Jorge Agurto: ¿Es Verónika Mendoza la candidata del pueblo?, 26 de enero de 2016 en Servindi:http://www.servindi.org/actualidad-opinion/26/01/2016/es-veronika-mendoza-la-candidata-del-pueblo