La mala relación entre Piñera y la nación Mapuche

Esta semana un grupo de ciudadanos mapuches protestó frente al Palacio de la Moneda. Exigen con huelgas de hambre la liberación temporal de un chamán mapuche. Mientras tanto, a la falta de diálogo con los pueblos indígenas Sebastián Piñera le suma la creación de un grupo que parece estar destinado a reprimir a la nación Mapuche en el sur de Chile. ¿Tendrá este conflicto solución algún día?

Por José Díaz, en Servindi

Uno de los conflictos indígenas más antiguos de Latinoamérica es la disputa que afronta la nación Mapuche contra el Gobierno de Chile por el reconocimiento de su autonomía territorial y demás derechos civiles. Como era de esperarse, tras la asunción de Sebastián Piñera como jefe de Estado este enfrentamiento se ha reavivado a nivel político.

El episodio más reciente fue la protesta realizada por una veintena de ciudadanos mapuches frente al Palacio de la Moneda, sede principal del Gobierno Chileno en Santiago. La protesta se realizó mientras Sebastián Piñerainauguraba una plaza aledaña. La demanda principal fue la liberación del chamán mapuche Celestino Córdova, procesado por las autoridades por el delito de homicidio.

En medio de la manifestación, dos protestas anunciaron que iniciarían una huelga de hambre hasta que Celestino Córdova pueda asistir a un ritual mapuche conocido como “rewe”. Los dos huelguistas de nombres Manuel Baltierra y Cristóbal Reumay, afirmaron a una agencia internacional que permanecerán en un edificio de la Universidad de Chile hasta que el Gobierno de Chile dé la autorización que exigen.

Celestino Córdova es uno de los cuatro ciudadanos mapuches condenados por el homicidio de los esposos agricultores Werner Luchsinger y Vivianne Mackay en enero del 2013. Este crimen ocurrió en la región de la Araucanía a 650 kilómetros al sur de Santiago. El conflicto Mapuche se ha radicalizado en el sur de Chile desde hace casi tres décadas, una situación que ninguna administración ha podido solucionar.

Apuesta por la represión

Durante su primera administración, entre el 2010 y 2014, Sebastián Piñera se caracterizó por tener una mala relación con la población mapuche. De hecho, el presidente de derecha en Chile en lugar de ofrecer solucionar para el conflicto Mapuche calificó a estos pobladores originarios de terroristas en múltiples ocasiones.

Su segunda gestión no empezó de la mejor manera en este tema, pues hace unas semanas el presidente chileno anunció la creación de un escuadrón especial de Carabineros que se encargará de sofocar la “violencia rural”. Lejos de iniciar un diálogo para negociar derechos o temas como la autonomía, en su segunda gestión Sebastián Piñeraparece apuntar a la represión.

“Creamos una fuerza especial de Carabineros que se ha preparado en Chile y en el extranjero para mejorar la eficacia de nuestras policías en el combate contra el terrorismo”, dijo Piñera durante un evento oficial en la región de la Araucanía.

Al parecer, el segundo gobierno de Sebastián Piñera no será distinto del primero en el que primó la falta de diálogo con los pueblos originarios y la represión. ¿Seguirán sin ser atendidas las demandas de la nación Mapuches por muchos años más?

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