Amenazadas vastas áreas de protección e indígenas de Amazonia

El 68 por ciento de las áreas de protección ambiental y territorios indígenas de la Amazonia están hoy amenazadas por la actividad humana, alerta un estudio realizado por investigadores de seis países, citado por el portal de noticias G1.

Por Prensa Latina / Servindi

6 de junio, 2019.- Actualmente existen 390 millones de hectáreas dedicadas a la conservación ambiental y zonas indígenas, de un total de 847 millones de hectáreas de la llamada Pan-Amazonia.

Este territorio comprende no solo el 62 por ciento de los bosques ubicados en Brasil, sino también su extensión en otros siete países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y un área de otro país en América del Sur, la Guayana Francesa.

Para identificar las amenazas, la Red Amazónica de Información Ambiental Geo-referenciada (Raisg), bajo la coordinación de la ONG Instituto Socioambiental, reunió datos de gobiernos e informaciones de imágenes de satélite.

La entidad analizó los impactos de seis tipos de intervenciones: obras de infraestructura de transporte, hidroeléctricas, minería legal, extracción de petróleo, quemas y deforestación.

‘Lo que más llama la atención es que un 43 por ciento de las áreas protegidas y un 19 de los territorios indígenas están amenazadas por tres o más de estos factores’, señala Júlia Jacomini, investigadora de Raisg y una de las responsables del recuento de los datos sobre la Amazonia brasileña.

El estudio de Raisg apunta que los mayores daños son causados por proyectos apoyados por gobiernos federales y regionales, como por ejemplo la apertura de carreteras.

La investigación detalla que de los 26 mil kilómetros, de los 136 mil construidos hasta 2018 en la Amazonia, están dentro de áreas de conservación y territorios indígenas.

‘Estos proyectos de infraestructura son, en su gran mayoría, iniciativas de Estados nacionales en asociación con empresas, como parte de proyectos de desarrollo que valoran más los aspectos económicos y sectores productivos que la preservación ambiental y los modos de vida de los pueblos locales’, estima Jacomini.

La extracción de mineral y petróleo son dos de las actividades que representan mayor riesgo a la preservación de estas áreas en el bosque: el 22 por ciento de las regiones protegidas sufren alguna forma de presión o amenaza por parte de tales industrias.

El estudio destaca que algunos de estos emprendimientos aparecen entre las mayores minas a cielo abierto del mundo e implican la construcción de extensas redes de tuberías para transportar el petróleo extraído en medio de la selva.

Lo anterior generó, por ejemplo, 190 derrames de combustible en los últimos 20 años en la Amazonia peruana, revela el estudio.

Según el Organismo de Supervisión de Inversiones en Energía y Minería, una agencia del gobierno del país, esto ocurrió por falta de mantenimiento de la infraestructura de los pozos más antiguos, que datan de la década de 1970.

Al mismo tiempo, en Ecuador, la explotación del carburante llevó a la deforestación de más de dos millones de hectáreas y al derramamiento de 650 mil barriles de petróleo en ríos y arroyos amazónicos.

De igual manera, 162 de las 272 centrales hidroeléctricas planificadas, en construcción o en operación en la Amazonia, se encuentran dentro de áreas de protección.

Respecto a Brasil, la actividad minera fue una de las principales amenazas identificadas. El gigante país sudamericano lidera en área de bosque destinada a esa actividad entre las naciones amazónicas, con 108 mil hectáreas, lo que representa el 75 por ciento del total.

La extracción petrolera selva adentro, construcción de hidroeléctricas y la tala indiscriminada, entre otras amenazas, están destruyendo el más importante “pulmón natural” del planeta. /Foto: France 24

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