El Informe anual del CIMI muestra que en 2016 hubo un incremento del discurso de odio contra los pueblos indígenas
Por Rute Pina – Servindi
La demarcación de los territorios indígenas en Brasil es muy lenta. En total, 64,5% de los territorios aún esperan el (resultado) de los procesos. Son 836 procesos de 1.296 áreas indígenas que tienen alguna pendencia y todavía no fueron finalizados.
Los datos fueron presentados por el Consejo Indigenista Misionero (Cimi) que publicó este jueves (5) en Brasília, en el Distrito Federal, el Informe Violencia Contra los Pueblos Indígenas en Brasil – Datos 2016.
No hubo providencias administrativas por parte de los órganos del Estado brasileño para un 63,3 % de las que esperan por la demarcación, un total de 530 tierras.
Amazonas es el estado que lidera el número de territorios en esta situación, con 199. A continuación, aparecen los siguientes estados brasileños: Mato Grosso do Sul (74), Rio Grande do Sul (37), Pará (29) y Rondônia (24). Solo 401 territorios indígenas fueron registradas por la Unión, lo que representa un 30,9%.
Golpe
El coordinador de la Regional Sur del Consejo Indigenista Misionero (CIMI), Roberto Liebgott, considera el 2016 como un momento de transición, del paso del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), definido como “omiso y negligente” en relación a los derechos de los indígenas, al gobierno golpista de Michel Temer, un gobierno “ostensiblemente anti indígena”.
En vísperas de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) en mayo de 2016 los movimientos populares realizaron manifestaciones para reivindicar la regularización de territorios indígenas y de pueblos ancestrales, como los de los quilombolas [comunidades rurales ancestrales que agrupan afrodescendientes]. Según el informe, la presión de los movimientos resultó en: la identificación de nueve territorios indígenas, la declaración de diez por el Ministerio de Justicia y la homologación de tres.
Aún así, durante el gobierno de Rousseff hubo la menor media anual (5,25) de homologaciones de territorios indígenas realizadas por presidentes de la República desde el fin de la dictadura militar.
Tras el inicio del gobierno del presidente golpista Michel Temer, hubo casi una paralización total de los procedimientos de demarcación de territorios indígenas y de la titulación de tierras quilombolas. Hasta el fin de 2016, solo tres territorios indígenas fueron identificados por la Fundación Nacional del Indio (Funai).
“El gobierno Temer se basa en los intereses de los diputados de la bancada ruralista [como es conocido el Frente Parlamentario Agropecuario] y de los sectores mineros. En este periodo hubo una ofensiva muy fuerte contra los territorios indígenas, especialmente con invasiones y depredaciones en esas áreas”.
Reducción
Con Temer en el poder, los sectores anti indígenas también se articularon en el gobierno y pasaron a actuar para impedir el trabajo de los órganos de gobierno responsables por la ejecución de acciones y servicios junto a las comunidades indígenas.
Para Liebgott, la articulación de la Comisión Parlamentaria de Averiguación (CPI por sus siglas en portugués) de la Funai expresa el incremento en el discurso de odio contra los pueblos indígenas. “Percibimos que en este periodo hubo una articulación del discurso de criminalización y destrucción de los derechos que ya estaban consolidados”.
El presupuesto de la Funai aprobado para el 2017 fue el menos de los últimos diez años. La aprobación de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) número 241 de 2016 empeora aún más la situación: el presupuesto de la Funai quedará estancado en un punto extremadamente bajo por los próximos 20 años.
Marco Temporal
En el evento de lanzamiento del informe, la indígena Irani Barbosa dos Santos Macuxi, del Territorio Indígena Raposa Serra do Sol, localizado en el estado de Roraima, región Norte de Brasil, defendió la demarcación de “cada centímetro”de los territorios indígenas.
Ella se posicionó en contra del llamado “marco temporal”, otro tema preocupante presentado en el informe. La tesis jurídica del marco temporal, que surgió en la disputa en torno a la demarcación del territorio de Raposa Serra do Sol, considera que las comunidades indígenas sólo tienen derecho a sus territorios en el caso de que estuvieran en posesión de ellos a la fecha de promulgación de la Constitución Federal, el 5 de octubre de 1988. El tema aún depende del debate en el Supremo Tribunal Federal (STF).
“¿A quién le interesa el marco temporal? El marco temporal solo interesa a los grandes latifundios, a los garimpeiros. Para nosotros representa una destrucción de la vida. El marco temporal viene con el derramamiento de sangre de nuestro pueblo”, criticó.
Conflictos
El informe anual publicado por el CIMI muestra además que la situación de violaciones y violencia contra los pueblos indígenas se agravó el año pasado. Fueron registradas 12 denuncias de violaciones de derechos territoriales.
En Mato Grosso do Sul, el estado con más denuncias (un total de siete denuncias), fueron registrados ataques a las comunidades indígenas de las tierras Kurusu Ambá, Dourados Amambaipeguá e Guaiviry, de los pueblos Guarani-Kaiowá. Líderes de Kurusu Ambá denunciaron por lo menos dos ataques.
Se puede acceder el informe completo en el site del CIMI (en portugués).
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Edición: Simone Freire | Traducción: Luiza Mançano
Foto: Protesta de pueblos indígenas en Brasília, capital de Brasil / Tiago Miotto/Cimi